Eduardo Rojas-Briales

DIRECTOR GENERAL ADJUNTO DEL DEPARTAMENTO FORESTAL DE LA FAO

 

Por primera vez en la historia, África acoge el XIV Congreso Forestal Mundial, la reunión de mayores proporciones y más importante de la comunidad forestal mundial. El Congreso, que se llevó a cabo por primera vez en 1926, desempeña la tarea vital de servir como foro para debatir los temas emergentes del sector forestal y guiar los principios que permitirán abordarlos a lo largo de las próximas décadas. Desde la creación del sistema de las Naciones Unidas en 1945, a la FAO se le ha encargado la tarea de prestar su apoyo al Congreso, en estrecha colaboración con el país anfitrión. Nos satisface enormemente que la República de Sudáfrica haya aceptado acoger esta importante reunión.

 

África presenta los mayores desafíos y oportunidades mundiales relacionados con los bosques y las actividades forestales. El cambio climático, la urbanización, la creciente demanda de productos básicos (alimentos, combustible, fibras y bosques) y servicios ambientales, la competencia por la financiación pública y la necesidad de otorgar poder a las comunidades locales, la participación del sector privado y el fortalecimiento de la gobernanza y de las reformas institucionales son solo algunos de ellos. Los bosques desempeñan una función esencial en la región. Más de un cuarto del suministro energético total de África proviene de los bosques, y estos son cruciales para prevenir e invertir la desertificación. Sin embargo, al mismo tiempo, los bosques han sido considerados como grandes consumidores de agua.

 

La FAO espera que todos estos problemas, y especialmente sus interconexiones, puedan ser abordados en el Congreso, y que los debates doten a la comunidad forestal de una comprensión más profunda para enfrentar la complejidad del mundo en que vivimos. Si existe un elemento común en los desafíos actuales, es su carácter global. Estamos seguros de que, con la presencia de ustedes y el apoyo de los gobiernos, de la sociedad civil, del sector privado y del mundo académico, y gracias a la inspiración brindada por Sudáfrica, el Congreso podrá responder a todas nuestras expectativas y proporcionar el legado que deseamos – y necesitamos – para el futuro.